Desde “Algo más que un viaje” y con Fundación Recover, en favor de quien estoy cruzando África en bicicleta(apoyad nuestro proyecto aquí!), tenemos el placer de presentar la Sección de Entrevistas de “Un Mundo Mejor”, donde esta vez entrevistamos a Gustave Mwenyemali Alimasi.
Mwenyemali Alimasi es alguien muy especial. Es Congolés (RDC), sociólogo y es de origen pigmeo, lo que recalca con orgullo, así como el agradecimineto a la gente que le ha brindado la posibilidad de estar donde está y ser considerado un líder intelectual entre los suyos, pues es uno de los pocos en África con estudios superiores.
Mwenyemali pudo estudiar gracias a casualidades de la vida. Y a una cadena de gente que en vista de su esfuerzo,  le ha podido echar una mano. Empezando a los 4 años, cuando entró en una misión en Walikale que llevaba un misionero polaco. Este misionero ofreció a su padre dar educación a uno de sus hijos a cambio de los años de servicios.
Más tarde, cuando el cura murió, Mwenyemali se fue a Goma, donde estuvo 6 meses y trabajando consiguió 2000USD con los que se se desplazó a Kisangani con el ánimo de estudiar y trabajar para financiárselo.
Allí conoció a Marie Boundawana, profesora de la universidad y a Yves Koudjou, que le dieron la posibilidad de trabajar en un proyecto de mejora de las precarias condiciones en las que viven los pueblos pigmeos.
Cuando acabó sus estudios continuó trabajando para algunos proyectos de esta organización, BEGES, con la que han puesto en marcha, entre otras cosas, una organización de jefes pigmeos con un presidente de todos, en la zona de Mambasa (RDC). Para así poder tener una voz conjunta, más fuerte.
Veamos qué nos cuenta:dscn4015-fileminimizer-fileminimizer
-¿Cuál es tu función específica en el trabajo con los pueblos pigmeos?
Soy experto junior sociólogo en gestión de recursos humanos, técnico en desarrollo rural y sobre todo, soy el enlace entre el pueblo pigmeo y la civilización moderna. He tenido la suerte de tener una fuerte influencia educacional de la cultura occidental, de la cultura africana y por supuesto de la cultura de mi pueblo, el pigmeo.
-¿Es realmente el pueblo pigmeo un pueblo maltratado?
Históricamente el pueblo pigmeo ha sido esclavizado por los bantú. En la actualidad se ha moderado un poco, pero queda todavía mucho camino.
E Incluso hoy en día, por el hecho de ser pigmeo, te ponen en grupos separados de trabajo en las escuelas.
O también, con la sedentarización del pueblo pigmeo, los jefes bantú concedieron tierras a nuestro pueblo, que después, al ver que había recursos, nos han quitado su explotación para quedársela ellos.
-¿Cuáles son las razones de esta marginalización?
Vivíamos de la selva. No veíamos el desarrollo y no teníamos acceso a la educación. Y esto nos llevaba a la consecuente falta de medios.
-¿Piensas que lo podemos cambiar? ¿Cómo?
Por supuesto. Aunque necesita tiempo. Es un proceso largo.
Primero pasa por la sensibilización o concienciación del mismo pueblo pigmeo de la importancia de acceder a la educación.
Pero el problema es que esta educación cuesta dinero. Entonces se tiene que crear actividades en los mismos pueblos pigmeos que puedan ayudarnos a generar este dinero.
Como por ejemplo la agricultura. O la cría de animales. Al ser un pueblo nómada, no hemos desarrollado demasiado ni uno ni otro.
Pero sí tenemos desarrollada la “farmacopea”, o uso de medicamentos tradicionales que pueden ser comercializados, como por ejemplo remedios para la malaria, hernias, apendicitis, diabetes, tuberculosis, etc. Son reconocidos también por los bantúes, pero no lo comercializamos todavía.
-¿Por qué la necesidad de la sedentarización?
Visto la velocidad de la globalización, ahora mismo es inviable quedarnos en nuestra vida nómada. Que es casi una vida animal, sin acceso a educación, que es el principal activo de todo pueblo.
También se mejora las condiciones de vida, con mejores casas, más protegidas, mejor sanidad, etc.
-Pero esta es tu idea, ¿Cómo se lo toma el pueblo pigmeo? ¿Quieren esta civilización? ¿Lo entienden como una ventaja?
La mayoría lo entiende. Quieren este acceso a la civilización y lo reclaman. Hay en la actualidad conflictos en zonas como Katanga y a nivel internacional en el que se reclama nuestros derechos como pueblo y el tener acceso a ello.
-Con BEGES, ¿Cuáles son los primeros pasos a hacer?
Primero de todo la sensibilización. Se hacen talleres de formación para una mejor agricultura.
Después, lo mismo para la mejora de las casas, o la cría de animales, con la higiene y saneamiento de agua, etc.
En 2014 se  empezaron talleres prácticos, con uso de herramientas para ello.
-Más a medio plazo, ¿Cuáles son los planteamientos?
Construcción de dispensarios. Desde 2015, hemos hecho 3 puestos sanitarios alrededor de Mambasa. La zona pigmea más grande de África.
-¿Y a largo plazo?
No lo hacemos todavía, pero sería algo relacionado con escuelas. La educación.
O también la mejora de los materiales de construcción. Pasar a un desarrollo superior.
-¿Cuáles son las principales dificultades que os encontráis?
Muchas veces se nos dice que en estos proyectos se tira el dinero. Porque los pigmeos no tenemos la cultura suficiente para aprovecharlo. Es por esto que trabajamos tanto en la sensibilización. Para demostrar que sí estamos listos a hacerlo y trabajarlo.
-Hablando del pueblo pigmeo, se dice que hay muchos problemas con el alcohol… ¿Es así?¿Por qué crees sucede?
Es algo que viene desde muy lejos. El pueblo bantú lo destila y lo ha utilizado como herramienta para esclavizarnos. Y nosotros lo hemos aceptado.
Desde tiempos muy antiguos, el pueblo pigmeo trabaja para el pueblo bantú a cambio de un vaso de alcohol.
No sé exactamente el origen. Pero es grave, porque nos destruye desde muy pequeños. En nuestros pueblos, a los niños se les da ya alcohol, empezando el círculo vicioso desde edades muy tempranas.
Por suerte no ocurre en todos los campamentos pigemos. Hay jefes que lo prohíben porque son conscientes que es el origen de la destrucción de nuestro espíritu como pueblo.
– ¿Crees que hay solución?
Sí, con nuestros proyectos se dará una salida que impida que se abandonen al alcohol
-¿En cuanto a occidente, crees que se puede ayudar desde fuera? ¿O debéis resolverlo vosotros?
Partimos de muy abajo.  Se puede y se debe venir. Enseñarnos las “técnicas” para desarrollarnos. Es importante la fase de enseñar. No dejar sólo el dinero. Hay que enseñar a pescar antes que dar el pescado.
Pero antes de venir a ayudar con un proyecto específico, se debe comunicar. Se debe entender las necesidades reales del pueblo. Y su recelos. Sus problemas.  Por eso es tan importante las entrevistas que estamos haciendo ahora mismo, tanto a pigmeos como a bantús para entender cuáles son las prioridades del pueblo y así ver cómo ayudar.
No vale solamente dar el dinero, porque entonces cae en saco roto. Es inútil.
-¿Cuál es tu visión de un mundo mejor?
Primero defender los derechos del hombre. Vivir en un mundo donde todos seamos iguales. Que se viva en igualdad. Sin discriminación, ni marginalización.
-¿Cuál creees que es tu contribución a un mundo mejor?
Intentar dar esta sensibilización y ayudar en todo lo posible a mi pueblo a obtener el acceso a estos derechos propios que merecemos. En definitiva, aportar mi granito de arena para salir del subdesarrollo.

Resumen Destacado

«por el hecho de ser pigmeo, te ponen en grupos separados de trabajo en las escuelas.»
«Visto la velocidad de la globalización, ahora mismo es inviable quedarnos en nuestra vida nómada. Que es casi una vida animal, sin acceso a educación, que es el principal activo de todo pueblo.»
«Desde tiempos muy antiguos, el pueblo pigmeo trabaja para el pueblo bantú a cambio de un vaso de alcohol.»

Espero que os gustara la entrevista!
Por último, aprovecho para presentaros también mi reto personal en favor de Fundación Recover. ¿Llegaremos a los 6.000€ por una mejor sanidad en África? ¿O los superaremos?
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